¡Que paseee la noviaaa!

¡Muero de sueño!

Y moría desde en la mañana. Insisto, esto del blog me está provocando mucho sueño. Pero bueeeno, una pequeña molestia por el gusto de expresarse, ¿no?

Justo hoy que pensaba dormir temprano, que me agarran de fotógrafa a falta del oficial. No les había comentado, pero por ahí hay un negocio medio familiar llamado "salón de fiestas" donde cada fin de semana se puede ver cualquier cantidad de especímenes humanos muy peculiares.

Más que especímenes, son como transformaciones. ¡En serio! Es para un estudio sociológico que creo que ya existen, pero hagamos un pequeño "estudio bloggero"... ja.

Una fiesta social (en México al menos) es el lugar perfecto para comprobar una araña patona. Osea, una persona (masculino o femenino) realmente feo, horrible y que nos ofenda la pupila. ¡En verdad! La gente saca sus mejores garras, se peinan, perfuman y maquillan como pocas veces. Si aún con todo eso, una persona sigue siendo fea, ¡ya se chingó!

También es un lugar para comprobar que alguien es codo. Típico que después de que le sirven gratis, baila gratis, chupa gratis y conoce gente gratis, ¡da cinco pesos de propina! Weeey... ya de perdida dale algo proporcional al mesero (créanme, antes de comenzar a trabajar un tiempo me dediqué a la mesereada y desde entonces valoro mucho el trabajo).

¿Qué me dicen de los vestidos? Uts, caso aparte que nos daría para un tratado. Negro con dorado, plata con dorado, dorado con dorado y tacón dorado... y remátalo con una coronita ñoñísima y naquérrima en el cabello. What happen to them???

Otra. Como el anfitrión ya pagó, cree que tiene el derecho automático de ser mamón. Como diría un amigo, se vuelven unos "douchebags" de campeonato (osea, un tipo insoportable) aunque hayan tenido que vender hasta las nalgas para pagar. Creo que estos aparecen el 90% de los eventos. Si, definitivo.

Otro ejemplo de "douchebag-ismo": la gente se pelea por un lugar junto a la pista "para ver a los novios" o "ver bailar a la quinceañera" como si no pudieran ver el video después. Y lo peor es que se ofenden a muerte si no los sientas ahí. Weeey!!!

Un tíiipico: 1 o 2 de la mañana y ya comienzan los: "Eresh mi hershmano...", "Te quiero un shingo ca...", "'che viejaaa, déjame hablarle weee". ¡A huevo! El alcohol y una fiesta social siempre llevan al éxtasis, a las demostraciones de amor o al malcopeo malísima onda.

Y cuando ya les apagas la luz para avisarles luego de veinte avisos que yaaa, ¡tenemos sueño! ¡Se acabó, the end! Nooo, están tan hasta atrás platicando que no se van. Estos personalmente los odio a las 4 de la mañana.

Clasicazo. Si son 15 años y la quinceañera es "puerquiañera"... ¡seguro madrazo a mitad del baile! Oh si... hemos visto muuuchos... hasta desmayos. Una vez hubo una gordísima y mi hermana tuvo que ayudar a "retacar" (literal) nuevamente el vestido después de su bailecito ana-barberesco.

Lo que en ninguna boda falta. ¡la víbora! Oh si... ¡risa incontenible! Definitivamente es una cosa tan hermosa y ridícula para los novios. Siempre, SIEMPRE el novio sale todo golpeado, más si los mejores amigos son jugadores de fútbol americano.

Y también en algunas bodas parece que se casó Montesco con Capuleto. Una de las últimas se agarraron como 40 personas a golpes. Sí, leyeron bien ¡40 oaxaqueños! (sin ofender). No, no, no, esa sí fue muy buena. Como dos horas para parar la bronca y hasta los polis tuvieron que hacer presencia, porque no arreglaron nada y solo observaron desde la puerta. Borrachos y madrazos no se llevan, definitivo.

¿Saben lo que un día pasó? La fiesta de quince años y nueve meses después... la boda con bebé en brazos... espero y quiero seguir pensando que el cuarto de la quinceañera del salón es pulcro y santo.

Mil anécdotas hay que contar, pero con unas cuantas ven cómo tengo razón, la gente se transforma para apantallar a los demás... aunque sea unas horas.

Por cierto, sigo muriendo de sueño.

En fin...